Nuestra Lucha por la Supervivencia - Capítulo 34
Capítulo 34: La puñalada por la espalda
El grupo avanzó con rapidez por las calles en penumbras, sus cuerpos agotados pero sus mentes alertas. Después de la muerte de Eva, la tensión entre ellos era palpable. Carla caminaba con la mirada fija en el suelo, Andy no decía una palabra y Scot se mantenía a la cabeza, liderando el camino con determinación. Mark, en cambio, iba a la zaga, observándolos con una expresión indescifrable.
—Deberíamos encontrar un refugio temporal —sugirió Andy en voz baja—. No podemos seguir corriendo sin descanso.
Scot asintió. —Hay un edificio abandonado a unas cuadras. Podremos reagruparnos allí.
El grupo se adentró en un almacén viejo, cuyas paredes de metal oxidado crujieron al cerrarse la puerta detrás de ellos. Carla se dejó caer contra una caja, con los ojos enrojecidos y las manos temblorosas.
—No debimos dejarla atrás... —susurró, pero nadie respondió.
Andy apretó la mandíbula. Sabía que no había otra opción, pero eso no hacía el dolor más fácil de soportar. Scot se cruzó de brazos y miró a Mark.
—Bien, ahora que estamos aquí, dime la verdad. ¿Qué buscas realmente en todo esto?
Mark se rascó la barbilla con una sonrisita ladeada. —Vaya, Scot. Después de todo lo que hemos pasado juntos, ¿me preguntas eso?
Scot avanzó un paso, su mirada afilada como cuchillas. —Sé reconocer a un oportunista cuando lo veo. Tienes un plan propio, y quiero saber cuál es.
Mark soltó una carcajada seca. —Bien, ya que estamos siendo sinceros... —Sacó una pistola con un movimiento rápido y la apuntó directamente a Andy—. ¡Lo que quiero es sobrevivir! Y ustedes son mi boleto de salida.
Carla ahogó un grito. Scot reaccionó de inmediato, desenfundando su arma, pero Mark fue más rápido y le dio una patada en el pecho, enviándolo al suelo.
—Maldito traidor —escupió Scot, incorporándose con dificultad.
—Lo llamo adaptación —dijo Mark con una sonrisa cruel—. Wolfe me hizo una oferta. Entregarles a ustedes a cambio de un pase libre fuera de esta ciudad. Y después de lo que le hicieron en el almacén, está ansioso por recibirlos.
Andy frunció el ceño. —Nos usaste todo este tiempo...
—¿De verdad pensaron que era su amigo? —se burló Mark—. Solo necesitaba su ayuda para debilitar a Wolfe, pero ahora no los necesito. Y es hora de cobrar mi recompensa.
Sin embargo, Scot no pensaba caer sin pelear. Con un rugido de rabia, se abalanzó sobre Mark, golpeando su muñeca para desarmarlo. La pistola cayó al suelo con un estruendo y ambos hombres rodaron por el almacén, lanzándose puñetazos brutales.
Mark logró quedar sobre Scot y comenzó a golpearlo sin piedad. —¡Eres un necio, Scot! ¡Si hubieras sabido jugar bien tus cartas, podrías haber salido vivo de esto!
Scot gruñó y, con un esfuerzo sobrehumano, revirtió la posición, tumbando a Mark de espaldas. Le propinó un fuerte puñetazo en el rostro, partiéndole el labio.
—Yo no traiciono a mi gente —escupó Scot, con la respiración entrecortada.
Mark rió entre dientes, escupiendo sangre. —Entonces eres un idiota.
Andy tomó la pistola del suelo y la apuntó a Mark. —Dame una razón para no volarte la cabeza.
Mark alzó las manos, con una sonrisa desafiante. —Porque si me matas, Wolfe sabrá exactamente dónde están. Ya hice el trato con él. Si no regreso pronto, enviará a sus tropas aquí.
Carla temblaba de rabia. —No podemos dejar que se salga con la suya.
Scot miró a Andy, esperando su decisión. Andy mantuvo la pistola firme, pero sus manos sudaban. Sabía que matar a Mark sería lo más fácil. Pero también sabía que si Wolfe ya sabía de su ubicación, necesitaban moverse.
Con un gruñido frustrado, Andy bajó el arma. —No tenemos tiempo para esto. Nos vamos.
Scot empujó a Mark al suelo y se alejó de él con desprecio. —Si vuelves a cruzarte en nuestro camino, te mataré.
Mark sonrió, limpiándose la sangre del rostro. —Suerte escapando de San Juan de Lurigancho.
Sin mirar atrás, el grupo salió corriendo del almacén. Las sirenas comenzaron a sonar en la distancia. La traición de Mark les había costado un tiempo valioso.
Pero ahora, más que nunca, estaban decididos a acabar con Wolfe y con todo lo que representaba.
Y no dejarían que nada los detuviera.
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